Sunday, March 16, 2014

Cómo decirte que te quiero - cap 10


Diez de la mañana y estaba en la locación donde nos iban a tomar las fotos para editar el libro y toda la publicidad de Sobrevive. Esperaba paciente a que llegaran los demás ya que Koko había ido por mí al hotel y habíamos llegado muy temprano. Koko: –Ya se están tardando. Gaby: –A lo mejor Barbi los volvió a atrasar. Koko: –Le voy a decir a la Bárbara apenas lleguen. Gaby: –No lo harás. Koko: –¿Quieres apostarlo? Gaby: –Mmm, no. Reímos y seguimos hablando de varias cosas mientras el equipo que iba a tomar las fotos llegaba y acomodaba sus cosas. Casi a las diez y media llegó una camioneta en donde venía Vega junto a su esposa, Daniela y los chicos además de mucha ropa para la sesión de fotos. Yo me traté de ocultar de ellos un poco y Koko se adelantó para disimular. Koko: –Ya era hora Vega. Hace rato que estamos esperando. Vega: –¿Ya fuiste por ella? Koko: –Claro que sí. Más bien me dijo que ella no creía que fueran tan impuntuales. Vega: –Lo sentimos pero la señorita “siempre atraso todo” lo volvió a hacer. Vega miró hacia la camioneta. Bárbara bajaba de ella en ese momento ayudada por Pablo. Tomás ya estaba fuera y esperaba junto a Daniela y Estefanía. Barbi: –Yo no tuve la culpa, fue Tomás el que llegó tarde. Tomás: –A si ahora soy yo. Pablo: –Ya dejen de pelear ustedes dos. Que va a pensar nuestra nueva compañera. Gaby: –Que es algo tan normal en ustedes. Salí de donde me escondía y observé sonriendo la reacción de los chicos. Todos tenían una expresión de sorpresa. Bárbara se separó de ellos y corrió a abrazarme. Barbi: –Gaby, sabía que eras tú. Lo sabía. Pablo: –Me debes cien pesos güevon. Te dije que era Gabitah. Tomás: –Puta, voy a tener que pagarte, pero esto es la raja. Tomás y Pablo se acercaron y me abrazaron. Sentí tan cálido nuevamente el abrazo de Pablo que mi corazón se agitó un poco. Vega sonreía mientras pasaba a nuestro lado con Estefanía, Daniela y Koko. Tomás: –Bien, ahora sí me vuelven las ganas de seguir en esto. Barbi: –Que alegría que eres tú Gaby. Ya nos esperábamos encontrar a otra persona. Tomás: –¿Hace cuanto llegaste preciosa? Gaby: –Tengo cuatro días de estar aquí. Barbi: –Cuatro y hasta ahora lo sabemos. Gaby: –Estuve haciendo algunas cosas antes. Daniela: –Chicos vengan ya para empezar a prepararlos. Bárbara me sonrió y se fue junto a Tomás adentro del edificio. Pablo me miraba fijamente sonriendo. Se acercó un poco más. Pablo: –Gracias por venir. Gaby: –Lo estaba deseando la verdad. Pablo: –Ahora si eres una Kudai más. Yo tenía razón. Gaby: –Pues es lo que me dijo Vega. Pablo: –Te ves linda. Me gusta tu cabello así, se ve un poco más lacio. Me sonrojé. Pablo me sonreía tan dulcemente que no podía dejar de mirarlo. Me pasé la mano por el cabello para acomodarlo un poco, o era por lo incomoda que yo me sentía. Gaby: –Gracias. Estefa lo alisó ayer. Pablo: –Me alegra que estés aquí. Daniela: –Pablo, Gaby vengan ya por favor. Pablo me tomo de la mano y los dos entramos al lugar. Recuerdo que fue la primera sesión de fotos más larga que había tenido. Luego de maquillarnos y vestirnos, duramos casi tres horas tomándonos fotos con diferentes vestimentas y así. Yo nunca me había maquillado de la forma en la que lo hizo Estefanía en ese día pero era parte de la imagen del grupo para ese disco. Durante un breve descanso que tuvimos, Bárbara y yo nos fuimos a sentar lejos de las cámaras. Barbi: –Ay Gaby, que alegría que seas nuestra compañera. Gaby: –Yo estoy tan feliz de estar con ustedes de nuevo. Barbi: –Disculpa que no te hallamos llamado ni nada pero es que han pasado tantas cosas. Gaby: –Te digo la verdad. Pensé que me habían olvidado. Barbi: –Como se te ocurre. Eres como mi mana mayor, no podría haberte olvidado. Tomás: –Flaca. Barbi: –¿Qué pasó? Tomás se acercaba despacio. Sonrió mirándonos cuando se detuvo frente a nosotras. Tomás: –Vega dice que te prepares porque siguen tus fotos individuales. Barbi: –¿Por qué las mías, si a ti no te las han tomado? Tomás: –Quiere terminar con las chicas primero. Así me dijo. Gaby: –¿Y Pablo? Tomás: –El güevon salió y no dijo a donde. Creo que recibió una llamada al móvil. Barbi: –Ayúdame a ponerme de pie. Tomás tomó de las manos a Bárbara para ayudarla a levantarse. Yo me quedé sentada en el suelo. Barbi: –Ya vuelvo Gaby. Gaby: –Ok, no te preocupes. Tomás: –Gaby, si ves a Pablo dile que él va al final. Que antes vas tú y luego yo. Gaby: –Ok Tommy. Y Tomás se alejó con Bárbara. Me quede varios minutos observando la sesión de fotos de Bárbara desde donde estaba. Se veía muy bonita con todo el maquillaje y la ropa que le habían asignado pero lo que más me llamaba la atención era el cabello. Se había hecho tinte en las puntas de varios colores y no le quedaba mal. Luego de diez minutos una persona se sentó a mi lado. Me asustó un poco porque estaba concentrada en Bárbara. Pablo: –¿Pensando o durmiendo con los ojos abiertos? Gaby: –Pensando Pablito. Pensando. Pablo: –Toma –me entregó un caja de refresco natural. Gaby: –Gracias. Pablo: –¿Feliz? Gaby: –¿Por estar con ustedes? La verdad es que no. Vine para no quedarle mal a Vega pero ustedes me aburren mucho. Pablo: –Qué mal, y yo que te estaba extrañando. Gaby: –Era broma Pablito. Claro que estoy feliz de estar aquí con ustedes. Es lo mejor. Pablo me miró y sonrió. Yo estaba analizando las últimas palabras que me acababa de decir. Gaby: –¿Me extrañabas? –le pregunté curiosa. Pablo: –La verdad es que no. Lo dije solo para ver que contestabas. Gaby: –Ah… yo si te echaba de menos. Hice un puchero con mi boca como fingiendo estar triste. Pablo me miró tan tiernamente que me sentí derretir pero lo que hizo luego me sorprendió aún más. Me tomó del rostro y me besó la mejilla, un beso tierno y suave. Pablo: –Era broma Gabitah, claro que te extrañaba bastante. No sabía como cumplir la promesa que te hice de las clases de guitarra. Gaby: –¿Y solo me extrañabas por las clases? Pablo: –¿Qué quieres que te conteste? ¿Sí o no? Gaby: –No sé… que tal un… Estefanía: –Gaby, es tú turno con las fotos. Ven por favor. Pablo se puso de pie y me ayudó a levantarme. Me sonrió y yo me alejé de él para realizar mi sesión de fotos. Fue algo rápido, una foto aquí, otra allá. Mientras me tomaban más y más fotos pude notar como Pablo se acercaba a Vega y hablaba con él. Vega asintió despacio luego de un momento y Pablo sonrió. Bárbara me hacía muecas desde atrás lo que hacía que me diera risa y las fotos eran con expresión sería. El fotógrafo y Estefanía se molestaron mucho por eso. Cuando terminé siguió el turno de Tomás en las fotos. Me fui a sentar con Bárbara que estaba comiendo un poco de fruta que Daniela y Koko acababan de traer. Gaby: –Uy que rico, sandía. Daniela: –¿Quieres un poco Gaby, está fresca. Gaby: –Claro que sí Dani. Koko: –Bonitas fotos Gaby. Ya tenías experiencia ¿verdad? o ¿eres muy fotogénica? Gaby: –Tengo algo de experiencia Koko. Hace unos años estuve en un grupo musical en mi país. Daniela: –¿Kiruba verdad? Gaby: –¿Como lo sabes? Daniela: –Tenemos que estar bien informados de todos nuestros trabajadores. Barbi: –Gaby no es ninguna novata Koko. Eso se ve a leguas. Koko: –Hablando de eso. Ya está terminada la edición del disco. Gaby: –¿Ya?¿Y cómo quedo? Koko: –Perfecta. Mañana escucharas la primera canción cuando graben el video. Barbi: –¿Mañana? Daniela: –Sip, mañana usted señorita y la Gaby van a grabar parte del video. Barbi: –¿Solo nosotras?¿Y el Pablo y el Tomás qué? Daniela: –Ellos no, solo es una parte en la que cantabas con Nicole. El resto se queda igual, pero hay que editarlo. Gaby: –Disculpen la pregunta pero ¿puedo saber por qué se fue Nicole? Todavía no tengo claro que fue lo que pasó. Daniela: –Ay Gaby, en realidad no hay mucho que contar. Koko: –Sabrás todo a su tiempo Gaby. Lo mejor que puedes hacer ahora es comerte ese pedazo de sandía y disfrutar el momento. Asentí mientras mordía mi sandía. Que había pasado que no me querían contar. Habría sido algo malo. Seguimos comiendo y hablando de otras cosas mientras Tomás y Pablo terminaban de tomarse las fotos. Luego de un gran rato terminamos con nuestro trabajo y nos dirigimos a las camionetas. Los chicos se iban en una y Koko me llevaría de regreso al hotel en otro auto. Daniela: –Gaby, recuerda que mañana hay que filmar el video. Gaby: –Si Dani, ya lo sé, quédate tranquila. Barbi: –¿En que hotel te estas quedando Gaby? Gaby: –Estoy en… Tomás: –Chicas vean lo que encontré en la camioneta. Es la raja. Tomás se acercó a nosotros sosteniendo algo en sus manos. No me pude percatar de que era así que esperé a que lo mostrara. Pablo venía detrás de él. Barbi: –¿Que encontraste Tommy? Tomás: –Una especie de bicho prehistórico que estaba debajo de la chamarra de Pablo. Pablo: –Güevon deja al pobre animal suelto. Tomás: –Se lo quiero enseñar a las niñas. Koko: –Anda Tomás, que andas ahí. Mostralo. Tomás: –Es una pequeña lagartija. ¡Pum! Una lagartija. Odio las lagartijas. Tomás no había terminado de abrir las manos para mostrar al pobre animal y ya yo estaba detrás de Pablo. Gaby: –Aleja eso de mi Tomás, por favor. Pablo: –¿Qué pasa Gaby? Gaby: –Pablito, no dejes que Tommy me acerque eso por favor. Tomaba por la espalda a Pablo para esconderme. Tomás y Koko se reían fuertemente de verme en un estado deplorable de pánico. Tomás: –¿No me digas que les tienes miedo Gaby? Barbi: –Gaby, es una lagartijita pequeña. No hace nada. Gaby: –Las detesto, por favor Tommy no la acerques. Pero entre más le pedía a Tomás que la alejara, más se acercaba a Pablo y a mí. Bárbara y Daniela también comenzaron a reír, yo en realidad no le veía la gracia. Tomás: –Vamos Gaby, tócale la cabecita, no te va a morder. Pablo: –Puta güevon, aleja esa lagartija de Gaby. Daniela: –Pero Pablo, es inofensiva. Gaby: –Inofensiva o no, las detesto. Tomás ya había acercado el animal al hombro de Pablo y yo lo jalaba para que me cubriera y no dejara a Tomás acercarse. Estaba tan asustada, que estaba comenzando a llorar. Pablo agarró a Tomás de los brazos y lo empujó con fuerza hacia atrás. Pablo: –Ya güevon, no ves que está aterrada. –lo dijo casi gritando. Tomás: –Esta bien, no hay por qué enojarse güevon. Koko: –Ya chicos, no es para llegar a tanto. Tomás: –Puta, era una broma, nada más. Pablo: –Si güevon, pero si a Gaby no le gusta hay que respetarlo. Barbi: –Pablito tiene razón. Pablo se giró y me abrazó. Bárbara también se acercó para abrazarme. Estaba asustada, siempre les he tenido miedo a esos animales. Es una especie de fobia. Tomás: –Lo siento Gaby, ya la solté. Gaby: –No te preocupes Tommy. Ustedes no sabían. Pablo: –¿Ya estás más tranquila? –me lo dijo mirándome a los ojos. Yo asentí despacio. Vega: –Chicos, es hora de irnos. Koko, tu llevas a la Gaby ¿verdad? Koko: –Si Pablo, descuida. Me separé de Pablo y me sequé las lágrimas. Daniela me sonrió y se fue a la camioneta. Estefanía ya me hacía señales desde ella de despedida. Bárbara me dio un beso en la mejilla y también se marchó. Tomás me abrazó y me susurró una disculpa al oído. Yo le respondí de la misma manera y le sonreí. Pablo se despidió de mi con un gesto de la mano y los dos junto con Vega se fueron a la camioneta. Koko me abrazó y ambos nos dirigimos al auto para regresar al hotel

No comments:

Post a Comment