Tuesday, March 4, 2014

Cómo decirte que te quiero - cap 4

Amaneció y me levanté para ir a desayunar. Traté de hacer el menor ruido posible
para que Bárbara no se despertara mientras me arreglaba. Cuando terminé, tomé algunas
cosas y salí de la habitación apagando la luz. Llegué al restaurante del hotel y me
encontré a Vega desayunando junto a Alexa y Daniela. Me llamó la atención porque era
demasiado temprano. Daniela me vio entrar así que me hacía señas para que me
acercara. Así lo hice y tomé asiento junto a ellos.
Vega: –Buenos días Gaby. Dormiste bien.
Gaby: –Ajá. Estaba cansadísima.
Alexa: –¿No te molestó la lucecita de Barbi?
Vega: –Ale, no comiences a molestar a la Bárbara.
Gaby: –En realidad no. –contesté de esa forma para no entrar en detalles.
Daniela: –¿Lista para una presentación?
Gaby: –¡¿Qué?! –casi me atraganto con el poco de café que me había llevado a la boca–
¿presentación?
Vega: –Así es Gaby. Hoy tienen una entrevista en un programa de televisión y de seguro
cantaran una canción mínimo.
Gaby: –Pe… pe…
Daniela: –No digas que no estás lista. Te he visto tarareando las canciones. Ya te las
sabes de memoria.
Vega me miró sonriendo pero yo no tenía idea que mi prueba de fuego sería ante
cámaras de televisión. Se me había esfumado el apetito con esa noticia.
Alexa: –¿Supongo que Gaby no hablará mucho en la entrevista de hoy?
Vega: –La idea es que los acompañe, ayude a cantar y ya. Si hay alguna pregunta fuerte,
sé que Pablo la responderá.
Daniela: –Hablando de Pablo. –señaló hacia la entrada al restaurante. Pablo y Tomás
entraban charlando. Se acercaron a donde estábamos nosotros y buscaron donde
sentarse. Tomás se sentó entre Daniela y Alexa, Pablo lo hizo a mí lado.
Vega: –¿Qué son esas ropas?
Pablo: –¿Qué pasa con ellas?
Daniela: –No pensaran ir así a la entrevista de hoy.
Gaby: –Pero se ven bien. –lo dije sin pensar mientras miraba a Pablo. Note como el reía
sin levantar la vista de lo que se estaba sirviendo para desayunar. Tomás me miró un
momento y luego regresó su mirada a Daniela.
Tomás: –¿De que hablamos? ¿Entrevista? No jodas con eso, ¿hoy?
Vega: –Así es Tomás, es en la tarde pero antes hay que pasar a otro lugar.
Tomás suspiró molesto mientras terminaba de servirse su desayuno. Comimos en
silencio durante un gran rato. Bárbara no asomaba por ningún lado y me preguntaba si
estaría bien. Vega pareció pensar lo mismo porque miró a la puerta y luego me miró a mi.
Vega: –Gaby, ¿Bárbara todavía está durmiendo?
Gaby: –Cuando salí, estaba todavía en su cama.
Pablo: –Ya vamos a llegar tarde. Primera actuación en México y vamos a quedar mal.
Daniela: –¿Por qué no la despertaste, Gaby?
Gaby: –Es que ayer… que tiene de malo que durmiera un poco más.
Vega: –Bárbara es… digamos que una tortuga es más rápida que ella arreglándose. Solo
eso.
Pablo, Tomás y Alexa soltaron una carcajada. A mi me pareció un poco grosero el
comentario.
Gaby: –Eh… voy a ir a despertarla.
Alexa: –Tranquila Gaby, termina de desayunar, yo voy.
Alexa se levantó y salió del restaurante. Yo observé a Vega a ver que me decía
pero estaba leyendo algo en una agenda. Pablo y Tomás comían tranquilos, parecía que
para ellos esa situación era de todos los días.
Vega: –Apenas terminan se van a cambiar.
Pablo: –Y que nos ponemos, ¿trajes de lentejuelas o esmóquines?
Tomás: –¡Já! Buena güevon.
Daniela: –La ropa que normalmente usan en presentaciones casuales Pablo.
Pablo: –No te alteres Dani, era un simple chiste.
Daniela hizo una mueca como de que reía. A mi en realidad me dio risa pero traté
de no reírme porque no sabía como iban a reaccionar. Pablo se levantó dejando algo del
desayuno en su plato y se estiró cual largo es. Logré ver por primera vez la mayoría de
tatuajes que tenía en sus brazos. Me resultaban curiosos e incluso fabulosos. Me miró un
momento y sonrió, algo que hizo que yo me ruborizara un poco. Aparte mi mirada cuando
Tomás se ponía de pie y ambos comenzaron a alejarse.
Gaby: –¿Y yo que me pongo? No tengo ropa como…
Vega: –Tú quédate tranquila Gaby. Con eso te ves bien. Cuando regresemos a Chile
conocerás a mi esposa. Ella es la que se encarga de la imagen del grupo.
Daniela: –Además, te ves muy bonita. Sabes vestir bien.
Me hicieron gracia ambos comentarios. No sabía si lo estaban diciendo de verdad
o era una forma de animarme. Además, en las palabras de Vega siempre encontraba el
detalle de que para él, yo me quedaría en el grupo. Daniela se puso de pie y se marcho
dejándome a solas con Vega.
Vega: –¿Cómo van esas canciones?
Gaby: –Eh… bien. Ya creo que me sé las del primer disco. Las del segundo voy de
camino.
Vega: –¿Y Bárbara ha sido buena maestra?
Bomba, la pregunta que esperaba no me hiciera fue la que más rápido llegó. Que
tenía que hacer, hablarle con la verdad y dejar en mal a Bárbara por la mala forma en la
que me había tratado. ¿Ustedes que harían? Total, me parecía injusto echar al agua a la
niña así que decidí mentir.
Gaby: –Es muy dedicada. Bastante estricta. –creo que mi cara no reflejaba lo que estaba
diciendo porque Vega me miraba muy serio.
Vega: –Está bien. Hoy vas a cantar con ellos por primera vez. ¿Nerviosa?
Gaby: –No le voy a mentir, claro que estoy nerviosa.
Vega: –Bueno, no te preocupes. Solo que si hay un detalle. Como es un programa de
televisión, ellos no hacen presentación en vivo. Usan lo que comúnmente se denomina
playback. Tú entiendes de eso.
Gaby: –¿Ajá?
Vega: –Bueno, lo que pasa es que no tenemos, por obvias razones aún, una pista con tú
voz.
Gaby: –Entiendo. No se preocupe don Pablo. Yo haré la presentación todo lo mejor que
pueda.
Vega: –Gracias Gabriela por ayudarnos.
Me abrazó con aquel gesto de gratitud que en ese momento sentí que si valía la
pena lo que estaba haciendo. Incluso eso me daba más ánimos. Alexa entraba por la
puerta y sonrió al vernos.
Alexa: –Estaba en el quinto sueño. Ya ahora se está alistando. Le voy a pedir un
desayuno para llevar porque no nos va a dar tiempo.
Vega: –Perfecto Ale. Gaby si quieres puedes ir a recoger algún objeto que creas
importante y bajas al lobby. Espéranos ahí.
Gaby: –Ok.
Me levanté muy contenta y subí a la recamara. Entré despacio y escuché a
Bárbara dándose un baño. Me dirigí a la mesita al lado de mi cama y recogí algunas
cosas como mi cartera y algunas pulseras. Miré la lampara de Bárbara. Me acerqué y
presione el botón pero no funcionó. Al final bajé al lobby y tuve que esperar como veinte
minutos a que todos llegaran. Pablo y Tomás vestían completamente de negro. Se veían
bastante guapos, en especial Pablo (pero que estás diciendo). Detrás de ellos venía
Daniela y Pablo Vega charlando y cinco minutos después bajaba Bárbara junto a Alexa.
Me encantaba la ropa que llevaba Bárbara. Cuando todos estuvimos reunidos nos
dirigimos a la camioneta. Pablo, Tomás y Bárbara se sentaron juntos y yo al lado de
Daniela y Alexa.
Llegamos al canal en donde tendríamos la presentación. Al entrar nos recibió un
sujeto de la seguridad que nos llevó a un estudio muy grande. Ahí nos esperaban los
animadores del programa, un hombre y una mujer. Al vernos se acercaron a nosotros.
Presentador: –Hola, que gusto tenerlos aquí.
Presentadora: –Gracias por haber venido.
Vega se adelantó a todos y saludó a los presentadores. Los demás sonreíamos por
respeto y nos manteníamos un poco alejados. Mientras Vega hablaba con el presentador,
la mujer se acercó a nosotros.
Presentadora: –Ustedes son los chilenos de Kudai.
Barbi: –Así es, mucho gusto. –¿y donde quedaba yo que era ecuatoriana?
Presentadora: –¿Tú debes de ser Bárbara? –la pequeña asintió– ¿Y ustedes son Pablo,
Tomás y Nicole, verdad?
Los tres se miraron. Luego Pablo me miró un momento y se giró a Daniela.
Daniela: –Eh… ella es Gabriela. Nicole no nos está acompañando porque solicitó un
permiso especial.
Presentadora: –¿Ya no es parte de Kudai?
Barbi: –Pidió un permiso, eso es todo.
Tomás: –Está pasando por un momento de estrés, y regresó con la familia. Pero sigue
siendo parte del grupo.
Presentadora: –¿Ella la está reemplazando?
Yo me molesté por el tono que utilizó la presentadora. Iba a contestarle fuerte
cuando Pablo se me adelantó.
Pablo: –Ella es parte del grupo, no es un reemplazo. Nos está ayudando en estás
presentaciones.
Abrí mis ojos sorprendida. Bárbara y Tomás lo miraron con expresiones de no creer
lo que escuchaban. Incluso Daniela y Alexa se habían quedado sin palabras ante tal
declaración. La presentadora miró a Pablo y sonrió de forma irónica. Se alejó de nosotros
y se acercó a Vega y su compañero. Ambos se marcharon y Vega regresó junto a
nosotros.
Vega: –Y bien, ¿qué está pasando?
Alexa: –Esa mujer…
Pablo: –No está pasando nada. ¿Cuando empieza esa entrevista que ya me quiero largar
de aquí?
Vega iba a preguntar algo de seguro porque abrió la boca pero en ese instante el
presentador del programa nos llamaba a escena y teníamos que ir. Daniela y Alexa nos
desearon suerte. Pablo comenzó a caminar de primero seguido de Tomás. Bárbara me
miró antes de empezar a caminar y yo la seguí.
La entrevista no fue un desastre, no hubo preguntas comprometedoras, aunque si
se tuvo que dejar claro que Nicole estaba alejada del grupo por un tiempo. Luego siguió el
turno de las canciones. Cantamos dos canciones y, como Vega me había dicho, tuve que
hacer la mímica sobre la voz de Nicole. Me sentía tan extraña que deseaba que las
canciones se acabaran rápido. Traté de poner mi mayor esfuerzo pero se notaba a leguas
la descordinación entre todos, en especial yo. Cuando el programa terminó todos
regresamos detrás de cámaras y fuimos recibidos por aplausos de parte de Vega, Daniela
y Alexa.
Vega: –Bien hecho chicos.
Daniela: –Les quedo súper. Buena presentación.
Barbi: –No mientas Dani, estuvo de la cagada.
Tomás: –La Barbi tiene razón, fue desastrosa.
Alexa: –No digan eso, estuvo bien para ser la primera con Gaby.
Pablo: –Puta, agradezcan que todavía somos un grupo.
Tomás: –Pero Pablo güevon, no hubo…
Vega: –Ya, paren ambos. Vamos de regreso al hotel y ahí arreglamos esto.
Yo me sentía como una basura, de verdad. El poco ánimo que había acumulado se
me había esfumado en segundos. Cuando montamos en la camioneta para regresar yo
permanecí en silencio todo el viaje. Al llegar al hotel fui la primera en bajar y me alejé de
todos. Me dirigí a alguna parte del hotel, no recuerdo donde, para estar sola y pensar.
Permanecí ahí lo que a mi me parecieron horas en absoluto silencio y con lágrimas en los
ojos. Cuando anocheció esperaba poder encontrar a Vega para decirle que terminaba ya
con todo esto. Caminé por los pasillos y me dirigí a su habitación. Toqué tres veces pero
nadie salió así que me dirigí a la mía. Esperaba encontrarme a Bárbara ahí pero tampoco
estaba. Pensé que seguro estaban definiendo que yo regresara al día siguiente a mi país
y darme una bonita nota de «Te lo agradecemos, pero no eras lo que esperábamos».
Salí a tomar un poco de aire al balcón de la habitación y me senté en el muro a ver
el cielo estrellado. Suspiré y suspiré durante un gran rato. De pronto escuché que tocaban
a la puerta de la recamara.
Gaby: –Pase, está abierta.
Suponía que eran Daniela o Alexa, incluso llegué a pensar que era Vega así que
seguí concentrada mirando al cielo. Después de unos segundos de esperar, una persona
habló tranquilamente y despacio y se los aseguró, esa conversación cambio muchas
cosas de mi vida, muchas

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