Barbara Sepulveda
Saturday, March 22, 2014
Esto es Kudai
Esto es Kudai ♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥
Kudai es una banda de música pop rock chileno-ecuatoriana. Kudai fue una de las bandas adolescentes más populares en Latinoamérica, ganando diferentes premios, entre los que se cuentan los Premios MTV Latinoamérica en categorías de mejor artista pop y mejor grupo, entre otras.
Kudai es una banda de música pop rock chileno-ecuatoriana. Kudai fue una de las bandas adolescentes más populares en Latinoamérica, ganando diferentes premios, entre los que se cuentan los Premios MTV Latinoamérica en categorías de mejor artista pop y mejor grupo, entre otras.
El éxito llega cuando Kudai publica Vuelo (2004), disco por el cual fueron nominados como Mejor artista nuevo centro y Mejor artista centro en los premios MTV en 2005,además de lograr ser el álbum más vendido en Chile. En 2006 Sobrevive se convierte en la nueva placa musical de la banda siendo un éxito seguro a pesar de la salida Nicole Natalino y el ingreso de la ecuatoriana Gabriela Villalba. El futuro era prometedor para el cuarteto chileno que en 2008 presentaba su tercer disco oficial Nadha con el cual lograron agigantar su éxito. En 2009 la banda sorprende a sus fans con la noticia de un receso oficial del cual se especuló hasta saber que el grupo se separaba definitivamente en diciembre de 2009. Emi Music Chile editó un disco de “Grandes Éxitos” y la gira “Ciao Kudai” se canceló abruptamente.
Thursday, March 20, 2014
Kudai
Sunday, March 16, 2014
Cómo decirte que te quiero - cap 10
Diez de la mañana y estaba en la locación donde nos iban a tomar las fotos para editar el libro y toda la publicidad de Sobrevive. Esperaba paciente a que llegaran los demás ya que Koko había ido por mí al hotel y habíamos llegado muy temprano. Koko: –Ya se están tardando. Gaby: –A lo mejor Barbi los volvió a atrasar. Koko: –Le voy a decir a la Bárbara apenas lleguen. Gaby: –No lo harás. Koko: –¿Quieres apostarlo? Gaby: –Mmm, no. Reímos y seguimos hablando de varias cosas mientras el equipo que iba a tomar las fotos llegaba y acomodaba sus cosas. Casi a las diez y media llegó una camioneta en donde venía Vega junto a su esposa, Daniela y los chicos además de mucha ropa para la sesión de fotos. Yo me traté de ocultar de ellos un poco y Koko se adelantó para disimular. Koko: –Ya era hora Vega. Hace rato que estamos esperando. Vega: –¿Ya fuiste por ella? Koko: –Claro que sí. Más bien me dijo que ella no creía que fueran tan impuntuales. Vega: –Lo sentimos pero la señorita “siempre atraso todo” lo volvió a hacer. Vega miró hacia la camioneta. Bárbara bajaba de ella en ese momento ayudada por Pablo. Tomás ya estaba fuera y esperaba junto a Daniela y Estefanía. Barbi: –Yo no tuve la culpa, fue Tomás el que llegó tarde. Tomás: –A si ahora soy yo. Pablo: –Ya dejen de pelear ustedes dos. Que va a pensar nuestra nueva compañera. Gaby: –Que es algo tan normal en ustedes. Salí de donde me escondía y observé sonriendo la reacción de los chicos. Todos tenían una expresión de sorpresa. Bárbara se separó de ellos y corrió a abrazarme. Barbi: –Gaby, sabía que eras tú. Lo sabía. Pablo: –Me debes cien pesos güevon. Te dije que era Gabitah. Tomás: –Puta, voy a tener que pagarte, pero esto es la raja. Tomás y Pablo se acercaron y me abrazaron. Sentí tan cálido nuevamente el abrazo de Pablo que mi corazón se agitó un poco. Vega sonreía mientras pasaba a nuestro lado con Estefanía, Daniela y Koko. Tomás: –Bien, ahora sí me vuelven las ganas de seguir en esto. Barbi: –Que alegría que eres tú Gaby. Ya nos esperábamos encontrar a otra persona. Tomás: –¿Hace cuanto llegaste preciosa? Gaby: –Tengo cuatro días de estar aquí. Barbi: –Cuatro y hasta ahora lo sabemos. Gaby: –Estuve haciendo algunas cosas antes. Daniela: –Chicos vengan ya para empezar a prepararlos. Bárbara me sonrió y se fue junto a Tomás adentro del edificio. Pablo me miraba fijamente sonriendo. Se acercó un poco más. Pablo: –Gracias por venir. Gaby: –Lo estaba deseando la verdad. Pablo: –Ahora si eres una Kudai más. Yo tenía razón. Gaby: –Pues es lo que me dijo Vega. Pablo: –Te ves linda. Me gusta tu cabello así, se ve un poco más lacio. Me sonrojé. Pablo me sonreía tan dulcemente que no podía dejar de mirarlo. Me pasé la mano por el cabello para acomodarlo un poco, o era por lo incomoda que yo me sentía. Gaby: –Gracias. Estefa lo alisó ayer. Pablo: –Me alegra que estés aquí. Daniela: –Pablo, Gaby vengan ya por favor. Pablo me tomo de la mano y los dos entramos al lugar. Recuerdo que fue la primera sesión de fotos más larga que había tenido. Luego de maquillarnos y vestirnos, duramos casi tres horas tomándonos fotos con diferentes vestimentas y así. Yo nunca me había maquillado de la forma en la que lo hizo Estefanía en ese día pero era parte de la imagen del grupo para ese disco. Durante un breve descanso que tuvimos, Bárbara y yo nos fuimos a sentar lejos de las cámaras. Barbi: –Ay Gaby, que alegría que seas nuestra compañera. Gaby: –Yo estoy tan feliz de estar con ustedes de nuevo. Barbi: –Disculpa que no te hallamos llamado ni nada pero es que han pasado tantas cosas. Gaby: –Te digo la verdad. Pensé que me habían olvidado. Barbi: –Como se te ocurre. Eres como mi mana mayor, no podría haberte olvidado. Tomás: –Flaca. Barbi: –¿Qué pasó? Tomás se acercaba despacio. Sonrió mirándonos cuando se detuvo frente a nosotras. Tomás: –Vega dice que te prepares porque siguen tus fotos individuales. Barbi: –¿Por qué las mías, si a ti no te las han tomado? Tomás: –Quiere terminar con las chicas primero. Así me dijo. Gaby: –¿Y Pablo? Tomás: –El güevon salió y no dijo a donde. Creo que recibió una llamada al móvil. Barbi: –Ayúdame a ponerme de pie. Tomás tomó de las manos a Bárbara para ayudarla a levantarse. Yo me quedé sentada en el suelo. Barbi: –Ya vuelvo Gaby. Gaby: –Ok, no te preocupes. Tomás: –Gaby, si ves a Pablo dile que él va al final. Que antes vas tú y luego yo. Gaby: –Ok Tommy. Y Tomás se alejó con Bárbara. Me quede varios minutos observando la sesión de fotos de Bárbara desde donde estaba. Se veía muy bonita con todo el maquillaje y la ropa que le habían asignado pero lo que más me llamaba la atención era el cabello. Se había hecho tinte en las puntas de varios colores y no le quedaba mal. Luego de diez minutos una persona se sentó a mi lado. Me asustó un poco porque estaba concentrada en Bárbara. Pablo: –¿Pensando o durmiendo con los ojos abiertos? Gaby: –Pensando Pablito. Pensando. Pablo: –Toma –me entregó un caja de refresco natural. Gaby: –Gracias. Pablo: –¿Feliz? Gaby: –¿Por estar con ustedes? La verdad es que no. Vine para no quedarle mal a Vega pero ustedes me aburren mucho. Pablo: –Qué mal, y yo que te estaba extrañando. Gaby: –Era broma Pablito. Claro que estoy feliz de estar aquí con ustedes. Es lo mejor. Pablo me miró y sonrió. Yo estaba analizando las últimas palabras que me acababa de decir. Gaby: –¿Me extrañabas? –le pregunté curiosa. Pablo: –La verdad es que no. Lo dije solo para ver que contestabas. Gaby: –Ah… yo si te echaba de menos. Hice un puchero con mi boca como fingiendo estar triste. Pablo me miró tan tiernamente que me sentí derretir pero lo que hizo luego me sorprendió aún más. Me tomó del rostro y me besó la mejilla, un beso tierno y suave. Pablo: –Era broma Gabitah, claro que te extrañaba bastante. No sabía como cumplir la promesa que te hice de las clases de guitarra. Gaby: –¿Y solo me extrañabas por las clases? Pablo: –¿Qué quieres que te conteste? ¿Sí o no? Gaby: –No sé… que tal un… Estefanía: –Gaby, es tú turno con las fotos. Ven por favor. Pablo se puso de pie y me ayudó a levantarme. Me sonrió y yo me alejé de él para realizar mi sesión de fotos. Fue algo rápido, una foto aquí, otra allá. Mientras me tomaban más y más fotos pude notar como Pablo se acercaba a Vega y hablaba con él. Vega asintió despacio luego de un momento y Pablo sonrió. Bárbara me hacía muecas desde atrás lo que hacía que me diera risa y las fotos eran con expresión sería. El fotógrafo y Estefanía se molestaron mucho por eso. Cuando terminé siguió el turno de Tomás en las fotos. Me fui a sentar con Bárbara que estaba comiendo un poco de fruta que Daniela y Koko acababan de traer. Gaby: –Uy que rico, sandía. Daniela: –¿Quieres un poco Gaby, está fresca. Gaby: –Claro que sí Dani. Koko: –Bonitas fotos Gaby. Ya tenías experiencia ¿verdad? o ¿eres muy fotogénica? Gaby: –Tengo algo de experiencia Koko. Hace unos años estuve en un grupo musical en mi país. Daniela: –¿Kiruba verdad? Gaby: –¿Como lo sabes? Daniela: –Tenemos que estar bien informados de todos nuestros trabajadores. Barbi: –Gaby no es ninguna novata Koko. Eso se ve a leguas. Koko: –Hablando de eso. Ya está terminada la edición del disco. Gaby: –¿Ya?¿Y cómo quedo? Koko: –Perfecta. Mañana escucharas la primera canción cuando graben el video. Barbi: –¿Mañana? Daniela: –Sip, mañana usted señorita y la Gaby van a grabar parte del video. Barbi: –¿Solo nosotras?¿Y el Pablo y el Tomás qué? Daniela: –Ellos no, solo es una parte en la que cantabas con Nicole. El resto se queda igual, pero hay que editarlo. Gaby: –Disculpen la pregunta pero ¿puedo saber por qué se fue Nicole? Todavía no tengo claro que fue lo que pasó. Daniela: –Ay Gaby, en realidad no hay mucho que contar. Koko: –Sabrás todo a su tiempo Gaby. Lo mejor que puedes hacer ahora es comerte ese pedazo de sandía y disfrutar el momento. Asentí mientras mordía mi sandía. Que había pasado que no me querían contar. Habría sido algo malo. Seguimos comiendo y hablando de otras cosas mientras Tomás y Pablo terminaban de tomarse las fotos. Luego de un gran rato terminamos con nuestro trabajo y nos dirigimos a las camionetas. Los chicos se iban en una y Koko me llevaría de regreso al hotel en otro auto. Daniela: –Gaby, recuerda que mañana hay que filmar el video. Gaby: –Si Dani, ya lo sé, quédate tranquila. Barbi: –¿En que hotel te estas quedando Gaby? Gaby: –Estoy en… Tomás: –Chicas vean lo que encontré en la camioneta. Es la raja. Tomás se acercó a nosotros sosteniendo algo en sus manos. No me pude percatar de que era así que esperé a que lo mostrara. Pablo venía detrás de él. Barbi: –¿Que encontraste Tommy? Tomás: –Una especie de bicho prehistórico que estaba debajo de la chamarra de Pablo. Pablo: –Güevon deja al pobre animal suelto. Tomás: –Se lo quiero enseñar a las niñas. Koko: –Anda Tomás, que andas ahí. Mostralo. Tomás: –Es una pequeña lagartija. ¡Pum! Una lagartija. Odio las lagartijas. Tomás no había terminado de abrir las manos para mostrar al pobre animal y ya yo estaba detrás de Pablo. Gaby: –Aleja eso de mi Tomás, por favor. Pablo: –¿Qué pasa Gaby? Gaby: –Pablito, no dejes que Tommy me acerque eso por favor. Tomaba por la espalda a Pablo para esconderme. Tomás y Koko se reían fuertemente de verme en un estado deplorable de pánico. Tomás: –¿No me digas que les tienes miedo Gaby? Barbi: –Gaby, es una lagartijita pequeña. No hace nada. Gaby: –Las detesto, por favor Tommy no la acerques. Pero entre más le pedía a Tomás que la alejara, más se acercaba a Pablo y a mí. Bárbara y Daniela también comenzaron a reír, yo en realidad no le veía la gracia. Tomás: –Vamos Gaby, tócale la cabecita, no te va a morder. Pablo: –Puta güevon, aleja esa lagartija de Gaby. Daniela: –Pero Pablo, es inofensiva. Gaby: –Inofensiva o no, las detesto. Tomás ya había acercado el animal al hombro de Pablo y yo lo jalaba para que me cubriera y no dejara a Tomás acercarse. Estaba tan asustada, que estaba comenzando a llorar. Pablo agarró a Tomás de los brazos y lo empujó con fuerza hacia atrás. Pablo: –Ya güevon, no ves que está aterrada. –lo dijo casi gritando. Tomás: –Esta bien, no hay por qué enojarse güevon. Koko: –Ya chicos, no es para llegar a tanto. Tomás: –Puta, era una broma, nada más. Pablo: –Si güevon, pero si a Gaby no le gusta hay que respetarlo. Barbi: –Pablito tiene razón. Pablo se giró y me abrazó. Bárbara también se acercó para abrazarme. Estaba asustada, siempre les he tenido miedo a esos animales. Es una especie de fobia. Tomás: –Lo siento Gaby, ya la solté. Gaby: –No te preocupes Tommy. Ustedes no sabían. Pablo: –¿Ya estás más tranquila? –me lo dijo mirándome a los ojos. Yo asentí despacio. Vega: –Chicos, es hora de irnos. Koko, tu llevas a la Gaby ¿verdad? Koko: –Si Pablo, descuida. Me separé de Pablo y me sequé las lágrimas. Daniela me sonrió y se fue a la camioneta. Estefanía ya me hacía señales desde ella de despedida. Bárbara me dio un beso en la mejilla y también se marchó. Tomás me abrazó y me susurró una disculpa al oído. Yo le respondí de la misma manera y le sonreí. Pablo se despidió de mi con un gesto de la mano y los dos junto con Vega se fueron a la camioneta. Koko me abrazó y ambos nos dirigimos al auto para regresar al hotel
Monday, March 10, 2014
Cómo decirte que te quiero - cap 9
Cuatro meses pasaron desde aquella despedida en México. Cuatro meses en los
cuales, al inicio, todos los días buscaba información de ellos para ver como les iba. Eran
cuatro meses de estar al corriente de las cosas que hacían. Me había encariñado con
ellos y ahora me preguntaba como la estarían pasando.
Durante el primer mes recibí una llamada de Bárbara que me animó mucho pero
solo eso. Luego nada de nada. Ni un e–mail o una llamada, ni una carta o paloma
mensajera. Qué rápido me habían olvidado. Me sentía mal. Incluso mi mamá me decía
que yo estaba enfermando por depresión. Y tenía razón. Con los días dejé de buscar
información de ellos, incluso escuchaba algo en la radio y la apagaba. Estaba deprimida.
Muy deprimida. Acababa de romper con mi novio porque sentía que ya no lo quería y él
ya estaba harto de mis actitudes. Todas las noches recordaba esos pocos días que pasé
con ellos. Las entrevistas, las presentaciones. Siempre recordaba nuestro primer ensayo
juntos pero lo que más recordaba era la primera conversación con Pablo. Pablo Holman,
que estabas haciendo. Porque te clavaste tanto en mi mente.
Un día estando en mi pieza repasando algunas cosas de mis presentaciones
próximas, ya que había intentado retomar mi carrera como solista, escuché el teléfono de
la casa sonar. No le presté mucha importancia hasta que tocaron a mi puerta.
Paulina: –Gaby, linda. Tienes una llamada.
Gaby: –¿Para mí? ¿De quién?
Paulina: –No me dijo el nombre.
Supuse que mi mamá mentía porque me miraba sonriendo. Salí de mi habitación y
baje al recibidor de la casa donde estaba el teléfono. Aunque no lo crean, no teníamos
inalámbricos en ese momento. Lo tomé despacio pensando en quién podía ser.
Gaby: –¿Aló?
Vega: –Gabriela, ¿cómo estás? Pablo Vega te habla.
Gaby: –Don Pablo, que gusto escucharlo.
Vega: –Para mi también es un gusto. No te has olvidado de nosotros.
Gaby: –Eh… no, más bien pensaba que ustedes…
Vega: –Sí lo sé, y me disculpo. Han sido unos días terribles.
Gaby: –¿Ha pasado algo?
Vega: –¿No sabes la noticia?
Gaby: –No, ¿cuál?
Vega: –Bien, entonces tendré que contarte un poco más. Ok.
Lo escuché suspirar. Por mi mente pasaban varios pensamientos pero no me
imaginaba que era. Al cabo de unos segundos continuó hablando.
Vega: –Bien. Nicole renunció al grupo.
Gaby: –¿Y por qué?
Vega: –Asuntos que no vienen al caso ahora. Renunció ella y el compositor de todos los
temas de Kudai.
Gaby: –¿Gus, creo que es como se llama?
Vega: –Sí, Gustavo Pinochet. Renunció en apoyo a Nicole. La verdad siempre se habían
llevado muy bien.
Gaby: –¿Y qué va a pasar ahora?
Vega: –Por eso es precisamente que te llamaba. Te necesitamos una vez más.
Gaby: –¿Por cuanto tiempo? Porque estoy tratando de retomar mi carrera como solista
y…
Vega: –No, no la retomes.
Gaby: –Pero…
Vega: –Queremos que formes parte de Kudai al cien por ciento.
Gaby: –¿Al cien por ciento? ¿Quiere decir…?
Vega: –¿Si te gustaría estar en el grupo?
Recuerdo que mi mente se quedo en blanco. No sabía que responder ni como
reaccionar. Mi mamá se acercó y me tomó de la mano, seguro pensó que me iba a
desmayar.
Vega: –¿Gaby que dices? ¿Aceptas?
Mi cerebro comenzó nuevamente a funcionar. Todas las imágenes de los chicos,
Barbi, Tomás, Pablo, los conciertos, las firmas de autógrafos, todo comenzó a pasar
dentro de mi cabeza.
Gaby: –Claro que acepto don Pablo. Acepto.
Vega: –Perfecto. Y crees que puedas volar a Chile en poco tiempo.
Gaby: –¿A Chile?
Miré a mi mamá. Ella me sonreía mientras me miraba. En un susurro me dijo algo
que no alcancé a oír pero que me afirmaba que en cualquier momento podía partir.
Gaby: –Claro que puedo ir. Mañana mismo si es necesario.
Vega: –Me gusta escuchar esa respuesta. Necesitamos hacer una reedición del último
disco y volver a grabar el videoclip.
Gaby: –Don Pablo y ¿los chicos lo saben?
Vega: –¿Quienes? ¿Pablo, Tomás y la Bárbara?
Gaby: –Sí.
Vega: –Todavía no. Están tratando de asimilar lo que ha pasado. Están un poco
destrozados. Supongo que los entiendes.
No contesté. Recordaba las palabras de Bárbara que alguna vez me había dicho.
Era obvio que la extrañaban y suponía que debían de estar tristes. Mi silencio seguro fue
una respuesta para Vega porque continuó hablando.
Vega: –Bien. Cuando llegues a Chile, llama a mi número. Tu madre tiene mi tarjeta.
Enviaré a alguien a recogerte y que te lleve al hotel. Ahí hablaré contigo de lo que sigue.
Nos vemos.
Gaby: –Está bien. Muchas gracias don Pablo, de verdad.
Vega: –Tranquila. Eres una gran chica y una gran profesional.
Escuché como colgaba e inmediatamente me lancé a los brazos de mi madre a
llorar, pero llorar de felicidad. Habían pasado cuatro meses pero ahora todo comenzaba
de nuevo. Volvería a ver a los chicos. Volvería a cantar con ellos, volvería a estar con
ellos, con Barbi, con Tomás y con…Pablo.
Esa noche no dormí pensando en todo. Había alistado una maleta con todo lo que
necesitaría. Está vez no sabía cuanto tiempo estaría fuera por lo que la cargué con todo
lo que pensé podía llevar. Había ido con mi papá a comprar un boleto hacia Chile para el
día siguiente y había tenido que explicarle todo. Al día siguiente mi madre me llevó al
aeropuerto y ahí nos despedimos para yo partir hacia Chile. No era un vuelo muy largo
pero durante el viaje pensaba en lo que seguía. Nuevamente comencé a recordar las
letras de las canciones y las coreografías. Ahora las haría en todas las presentaciones
que el grupo tendría. Me sentía tan feliz que el viaje se me hizo aún más corto de lo que
en realidad era.
Bajé en la terminal chilena y busqué un teléfono. La emoción por encontrarme con
todos me estaba apresurando y no podía pensar en otra cosa. Llamé a Vega pero me
atendió una mujer, no sabía quién era pero de inmediato me comunicó con Vega. Me dijo
que esperara y en quince minutos llegaban a recogerme. Busqué un sitio donde sentarme
a esperar. Luego de casi veinticinco minutos apareció Daniela por la puerta principal del
aeropuerto acompañada de un joven que yo no conocía.
Daniela: –Gaby, hola, que gusto verte de nuevo.
Gaby: –Hola Dani, yo también estoy feliz de verte –la abracé muy fuerte y besé en la
mejilla.
Daniela: –Gaby, el es Cristian Stambuk, mejor conocido como Koko. Amigo de la familia y
gran compositor chileno.
Koko: –Mucho gusto Gabriela. Dani me ha hablado de ti en estos últimos días.
Gaby: –Para mi es un placer don Cristian. Y puede llamarme Gaby, no hay problema. –me
acerqué y le di un beso en la mejilla.
Daniela: –Don Cristian. Que formal se oyó eso Koko.
Koko: –Verdad que sí. Es la primera vez que lo escucho. Gracias Gaby, pero puedes
decirme Koko.
Sonreí, luego nos dirigimos a la salida del aeropuerto. Koko llevaba mi equipaje
mientras Daniela realizaba una llamada a Vega para informarle que ya íbamos para el
hotel. Llegamos a un automóvil y yo me senté en la parte de atrás. Koko conducía y
Daniela lo acompañaba delante.
Daniela: –¿Cómo estuvo el vuelo Gaby?
Gaby: –Bien, muy rápido la verdad.
Koko: –¿Eres de Ecuador verdad?
Gaby: –Así es, ecuatoriana cien por ciento.
Daniela: –¿Y que piensas de todo esto Gaby?
Gaby: –¿Sobre?
Daniela: –Que estas de nuevo en el grupo.
Gaby: –Eh… no te voy a mentir, estoy muy feliz pero pienso en los chicos. Ellos querían
mucho a Nicole.
Daniela: –No solo Nico, Gus también era una gran parte. Pero lo superaran. Con tu
alegría se les pasara. Además te han extrañado bastante. En especial uno.
Gaby: –¿Quién?¿Barbi?
Daniela no me respondió. Se puso a hablar con Koko y así estuvo hasta que
llegamos al hotel donde yo me iba a quedar. Yo esperaba que me hubiera dicho que
Pablo pero era una idea absurda. Bárbara era la que más cariño me había mostrado así
que debía de ser ella.
En el hotel ya me esperaba Vega. Al verme me abrazó y con las llaves de mi
habitación en mano me acompaño con Daniela a la misma. Koko se quedo en el lobby
esperándolos. Al llegar a la recamara, coloqué mi maleta en la cama y me senté ahí.
Daniela se sentó en una silla que había en la habitación y Vega se quedó de pie
recostado en la puerta.
Vega: –¿Te gusta Gaby?
Gaby: –Esta muy bonita y se ve acogedora. Gracias.
Vega: –Bien. Voy a explicarte lo que va a pasar ahora.
Me acomodé bien en la cama y puse completa atención. Vega sonrió antes de
comenzar a hablar mientras que Daniela sacaba de su bolso un pequeño cuadernillo.
Vega: –Trabajaras con Koko estos días en un estudio de grabación. Editaran la voz de
Nicole y grabaran la tuya en las canciones del disco Sobrevive.
Gaby: –¿Lo van a editar con mi voz?
Vega: –Así es Gaby. Acaba de ser lanzado al mercado, así que se puede cambiar e
incluiríamos las canciones con tu voz.
Daniela: –Se va a quitar un tema y se incluirá una canción de Koko. Tú la grabaras sola.
Los chicos lo harán después.
Gaby: –Ok, y ¿cuando veré a los chicos?
Vega: –Cuando termines la grabación verás a mi esposa para que te ayude con la
imagen. Luego podrás reunirte con el grupo.
Daniela: –También tenemos que grabar el video de nuevo. Editar partes e incluirte en el.
Y hay que tomar las fotos para el disco.
Vega: –Son muchas cosas Gaby, así que lo mejor es que descanses hoy y mañana Koko
vendrá por ti para trabajar en el disco.
Gaby: –Está bien. –quería decir algo más pero no sabía como.
Daniela: –¿Pasa algo Gaby?
Los dos me miraron como preocupados, supongo que mi rostro reflejaba mis
sentimientos. Me puse de pie y abracé a Vega lo más fuerte que pude y sentí como unas
lágrimas caían por mis mejillas.
Gaby: –Gracias por volver a darme una oportunidad.
Vega: –No hay nada que agradecer Gaby. Tú te ganaste este puesto. Disfrútalo.
Me beso la cabeza y sonrió. Luego se marcharon y me dejaron sola en mi
recamara. Me tumbé en la cama y cerré los ojos agradecida de poder vivir ese momento.
Tomé el teléfono de la habitación y le marque a mi madre para contarle que ya había
llegado y todo. Luego pasé un día muy tranquilo y repasé las canciones del disco
sobrevive.
A la mañana siguiente, Koko llegó por mi muy temprano. Nos dirigimos a un estudio
de grabación que quedaba en la capital y conocí como a diez personas en un cuarto de
hora. Vega estaba ahí con algunos directivos de Emi Music. Fue un poco tensa para mi
las conversaciones porque ellos esperaban mucho de mi para que Kudai siguiera
adelante. Luego de esas charlas, Vega se marchó y Koko y yo nos dedicamos a grabar.
Fue un proceso rápido ya que yo solo tenía que cantar las que ahora eran mis partes de
la canción y punto. Luego ellos harían las mezclas y quedaría listo. La única canción
desconocida para mí era “Tú” que trajo recuerdos tristes a mi memoria al leerla la primera
vez, pero que se convirtió en una de mis canciones favoritas y luego mucho más pero ya
se darán cuenta después porque. Cuando terminamos esos dos días de grabaciones yo
sentía aún más ganas de ver a los chicos. No sabía si ya les habían informado algo de mi
llegada por lo que no sabía si me estaban esperando o no.
Al tercer día de yo haber llegado a Chile, Vega me llevo a su casa. Recuerdo estar
bastante nerviosa de conocer a su esposa, aunque no se porque. Al llegar nos recibió
Daniela y yo esperé como veinte minutos a que una mujer alta de piel oscura y acento
casi exacto al mío me saludara.
Estefanía: –Hola, ¿así que tu eres Gabriela? Me llamo Estefanía Saavedra.
Gaby: –Mucho gusto en conocerla.
Estefanía: –Veo que eres como Pablo te describe, una mina muy bonita.
Gaby: –Vega siempre anda diciendo eso de mi.
Estefanía: –Pero no me refería a mi esposo, sino a Pablo Holman. Llegó diciendo que
eras muy hermosa y que tenías unos lindos ojos.
Yo me sonrojé sin duda, ya que sentía como ardía mi rostro en todas partes. Pablo
había dicho eso de mí, no lo podía creer. Daniela no me quitaba la mirada de encima y
eso me incomodaba aún más, como poder disimular.
Gaby: –Ah… eso dijo.
Estefanía: –Bien, como has de saber yo me encargo de la imagen del grupo. Ya he visto
que tienes un estilo propio de vestir así que tratare de respetarlo. Eso sí vamos a alisar un
poco tu cabello y darle más brillo.
Daniela: –Mañana te reunirás con los chicos para la sesión de fotos de sobrevive.
Gaby: –Eh… Dani, ¿ya ellos saben que estoy aquí?
Daniela: –Todavía no, aunque creo que sospechan algo.
Gaby: –¿Por qué lo dices?
Estefanía: –Porque ayer le preguntaron muchas cosas a Vega cuando les informó de las
nuevas fotos.
Daniela: –Ya saben que mañana conocerán a su nueva compañera, así que supongo han
de pensar que eres tú.
Estefanía: –Mi esposo insiste en mantenerlo en secreto pero te imaginaras que has sido
la única que ha hecho la prueba.
Gaby: –Sí, Pablito me había dicho que yo tenía la ventaja.
Daniela: –Por eso debes estar acorde al grupo ahora que ya eres parte integral de el. Te
la dejó en tus manos Estefa.
Estefanía: –Tranquila Dani, ella quedara espectacular, te lo aseguro.
Y así fue como en un par de horas Estefanía me preparo para un cambio en mi
apariencia que marcaría todo lo que soy ahora
Sunday, March 9, 2014
Cómo decirte que te quiero - cap 8
Esperábamos sentados en la sala de espera de la terminal del aeropuerto en
México. Ya había terminado nuestra semana en ese país y estábamos listos para partir.
Las ultimas dos entrevistas que habíamos tenido habían sido bastante buenas y
entretenidas. El show privado que presentamos el día anterior fue muy exitoso aunque el
público si se mostró un poco sacado de onda sin la presencia de Nicole. Yo cada día me
sentía más integrada en el grupo aunque siempre me hacía a la idea de que en cualquier
momento el sueño se acabaría incluso, antes de montarme en la camioneta para llegar al
aeropuerto estuve llorando en mi habitación porque no sabía que pasaría ahora.
Bárbara miraba una revista mexicana de esas de espectáculos que había sacado
un reportaje del grupo. Tomás escuchaba música o dormía. No lo sabía bien porque tenía
los ojos cerrados. Pablo estaba afinando su guitarra. Daniela, Alexa y Vega no estaban
con nosotros porque se habían marchado a otra zona a finiquitar algún papeleo que
faltaba. Yo observaba atenta a los tres pensando en que tal vez era la última vez que los
vería conmigo.
Pablo: –¿Gaby, estás bien?
Salí de mis pensamientos y me encontré los ojos verdes de Pablo mirándome
fijamente. Me ruboricé un poco, no sabía por qué.
Gaby: –Sí Pablito, estoy bien.
Pablo: –Pues no lo pareciera.
Siguió atornillando las cuerdas. Yo lo observé curiosa.
Gaby: –¿Tocas bien?
Pablo: –¿Ah? –Me miró suspicaz.
Gaby: –¿Qué si tocas bien la guitarra? –lo dije con énfasis porque había entendido la
intención de Pablo.
Pablo: –Ah eso… Supongo. Nunca me hago halagos a mi mismo.
Gaby: –Mal pensado. –sonreí.
Pablo: –¿Tú sabes tocar algún instrumento?
Gaby: –Eh… no. Nunca he podido aprender. Soy un poco bruta para eso.
Pablo: –Yo puedo enseñarte.
Se levantó de su silla y se sentó a mi lado. Se acercó tanto a mí que sentí su
respiración en mi cuello. Colocó la guitarra en mis piernas y me tomó la mano. Yo
comencé a temblar de lo nerviosa que me puso su presencia.
Pablo: –Tienes que colocar esta mano en el mástil así –colocó mi mano izquierda con
mucha dulzura– pero no presionar mucho, más bien dejarla un poco libre.
Gaby: –Es muy difícil.
Pablo: –No es difícil. Si Bárbara que es más cerrada pudo aprender con mi explicación
creo que tú…
Barbi: –Te escuché Pablo Holman.
Bárbara nos miraba muy seria por encima de la revista. Yo le sonreí para calmarla.
Gaby: –¿Tú le enseñaste a Bárbara a tocar?
Pablo: –Ya ella sabe tocar. No lo he comprobado pero creo que sabe muy bien. Lo que le
enseñe fue guitarra.
Barbi: –Te estás pasando Pablo. Te lo advierto.
Gaby: –Yo me refería a la guitarra Pablito.
Pablo: –Lo sé, lo sé. Era un chiste.
Barbi: –Malísimo por cierto. –y bajó la revista que leía.
Pablo: –Están muy tensas chicas. Tranquilas.
Barbi: –Si dejas de molestar me puedo tranquilizar.
Gaby: –¿Por que estás así Barbi? ¿No pudiste dormir bien?
Barbi: –No es eso Gaby. Lo que pasa es que he estado pensando en el grupo.
Tomás: –¿Qué quieres decir con el grupo, flaca?
Tomás había hablado mientras se sacaba los audífonos y los guardaba en su
mochila. Bárbara lo observó un momento y luego nos miró a Pablo y a mí.
Barbi: –Hace casi dos semanas que no sabemos nada de Nicole.
Pablo: –Ella esta bien flaca.
Barbi: –Pero no sabemos nada Pablito. Vega no nos ha dicho si ha hablado con ella o
qué. Tampoco hemos recibido ningún mensaje de correo ni nada.
Tomás: –Dani es la que se encarga de eso Barbi. ¿Por qué no le preguntas?
Gaby: –Tommy tiene razón.
Barbi: –Ya lo intente pero me dijo que no sabía nada.
Pablo: –Entonces es que no saben nada.
Tomás: –O no lo quieren decir. Recuerda güevon que no es la primera vez que nos
ocultan algo.
Barbi: –Y eso es lo que me ha tenido intranquila desde ayer.
Pablo: –A ver si entiendo. ¿Piensas que nos están ocultando algo con respecto a Nico?
Barbi: –O a Gaby. Recuerda que ella esta aquí.
Pablo: –Como no lo voy a recordar flaca –me miró y me sonrió tan dulce.
Gaby: –Pero yo solo estoy de paso. Ustedes están completos con Nicole.
Tomás: –Si es que sigue. Últimamente he pensado en que puede ser lo que ha pasado.
Pablo: –No te mates pensando en eso. No conseguirás nada.
Barbi: –¿Tú sabes algo Pablito?
Bárbara miraba fijamente a Pablo. Tomás también nos comenzó a observar. Yo lo
miré porque sabía que él tenía algún conocimiento de eso. Total, el primer día que
hablamos me lo había indicado. Pablo respiró profundo antes de contestar.
Pablo: –No se nada que ustedes dos no sepan.
Tomás: –¿Seguro güevon?
Pablo: –Seguro.
Barbi: –Mierda, detesto esta incertidumbre.
Pablo: –Tranquila flaca. Ahora vamos a regresar a Chile. Puedes llamar a la Nicole
apenas llegues.
Tomás: –¿Y Gaby qué? ¿No te han dicho que va a pasar contigo?
Negué con la cabeza mientras Pablo acomodaba la guitarra nuevamente en mi
regazo. Tomás me miró con decepción y volvió a sacar los audífonos de la mochila.
Barbi: –Espero que todo se solucione de una vez.
Gaby: –Vas a ver que si Barbi, no te preocupes tanto.
Barbi: –Gracias Gaby.
Pablo: –¿Seguimos Gaby?
Asentí y me traté de concentrar. El volvió a tomar mi mano izquierda y la colocó en
el mástil de la guitarra mientras me susurraba las instrucciones en mi oído. Era tan sutiles
sus palabras que costaba concentrarse en ellas solo por sentir el tibio aire. Pero… que me
estaba pasando. Pablo siguió explicándome por aproximadamente diez minutos cuando
Vega apareció junto a Daniela y Alexa.
Alexa: –Ya regresamos. Tomen –les tendió a Bárbara, Tomás y Pablo los boletos del
vuelo. Yo esperaba el mío pero no me lo entregó.
Tomás: –Bien. Ya vamos para casita.
Pablo: –Salé en dos horas, que lata. Y nos hiciste venir tan temprano.
Vega: –Lo siento Holman. Pero teníamos que llenar algunos papeles por eso llegamos
temprano.
Yo permanecía en silencio. O se habían olvidado que yo venía con ellos o pasaba
algo. Daniela me miraba con una expresión extraña.
Vega: –Gaby, este es tu boleto.
Me entregó un boleto diferente. Mis temores se presentaban ante mí mientras
tomaba el boleto y me lo acercaba al rostro para leerlo.
Gaby: –¿Ecuador?
Barbi: –¿Qué? ¿Ecuador?
Tomás: –¿Gaby no va con nosotros a Chile?
Yo me había quedado helada. Toda la noche anterior había imaginado ese
momento para prepararme pero a la hora de la verdad me había tomado por sorpresa.
Pablo miraba mi boleto fijamente.
Pablo: –¿Explíquese?
Daniela: –Pablo…
Pablo: –¿Explíquese Vega? ¿Por qué Gaby no va con nosotros?
Vega: –Mira Pablo, no me levantes el tono de voz.
Daniela: –Lo que pasa Pablo, chicos, Gaby nos estaba ayudando en esta gira, solamente.
Recuerden que Nicole está bajo un permiso.
Tomás: –¿Pensé que Gaby seguiría hasta que Nicole regresara?
Barbi: –¿Están disconformes con el trabajo de ella? ¿No era lo que esperaban?
Gaby: –Barbi ya déjalo…
Barbi: –Contesten, es eso.
Vega: –Gabriela ha hecho un gran trabajo. Lo que pasa chicos es que…
Pablo: –No entiendo. Primero disgustos por como tratábamos a Gaby, luego felicitaciones
por aceptarla y ayudarla y ahora la sacan.
Daniela: –No la estamos sacando Pablo. Ella tiene su carrera y sus compromisos,
¿verdad Gaby?
Todos me miraron. Por mi cabeza no pasaba otra cosa que decepción. Había
cancelado todo mi trabajo en Ecuador por ayudarlos y solo fue para una semana. Había
cancelado presentaciones importantes, contratos importantes por irme con ellos a México
y ahora tenía que regresar sola. ¿Había valido la pena?. En ese momento claramente no.
Levanté la mirada y asentí un poco para no entrar en discusiones ni detalles,
aunque yo sabía que les mentía.
Barbi: –Ah…
Daniela: – Además, nosotros tenemos que esperar una respuesta de Nicole. Y Emi Music
Chile es la que tiene en parte la última palabra en todo esto.
Tomás: –¿Emi Music? ¿Por qué ellos?
Vega: –Ellos manejan todo el entorno de Kudai. Hasta que no analicen el futuro del grupo
no podemos tomar decisiones.
Pablo: –¿Entonces porque si pudo venir a esta gira?
Daniela: –Fue una situación diferente.
Pablo iba a replicar cuando se escuchó la voz de control de la terminal, anunciaba
el siguiente vuelo por salir.
Control: –Pasajeros con destino a Quito, Ecuador, favor abordar por la puerta cuatro.
Alexa: –Ese es tu vuelo Gaby.
Miré sorprendida a todos. Por tanta discusión no había reparado en el detalle de la
hora que tenía el boleto. Faltaban quince minutos para la salida del vuelo. Vega me
miraba muy seriamente.
Vega: –Gabriela, has sido de gran ayuda estos días. De verdad te lo agradecemos de
todo corazón.
Daniela: –Ha sido un gran placer conocerte Gaby.
Alexa: –Sigue tan alegre como lo has sido estos días.
Yo miraba los rostros de Bárbara, Tomás y en especial el de Pablo. Eran rostros de
tristeza. Tragué fuertemente un nudo en la garganta que tenía en ese momento. Me puse
de pie y tomé mi maleta.
Gaby: –Ok, está bien. Creo que es el adiós entonces.
Barbi: –No Gaby, no digas eso.
Gaby: –Fue un placer pasar esta semana con ustedes chicos.
Tomás: –Gaby, te vamos a echar de menos.
Gaby: –Yo también Tommy. No voy a olvidar nada de esto.
Barbi: –Gracias por todo pequeña.
Se acercó a mi y me abrazó. Yo trataba de controlar unas lágrimas que querían
escapar de mis ojos, algo que Bárbara no pudo hacer porque lloraba en mi hombro.
Daniela: –Apresúrate Gaby.
Pablo: –Gaby… –lo miré a los ojos– te vamos a extrañar mucho, lo sabes. Han sido unos
días maravillosos.
Asentí despacio. Bárbara se separó de mi y entonces levanté mi mano derecha en
señal de despedida y comencé a caminar hacia la ruta que habían indicado por el altavoz
de la terminal. Sentía tanto dolor en el pecho. Yo me había hecho una pequeña ilusión de
quedarme con ellos pero había sido un sueño muy efímero.
Pablo: –¡Gabitah!
Me giré para observar. Pablo me sonreía. Tomás y Bárbara junto a él.
Pablo: –No creas que te vas a escapar de las clases de guitarra. De alguna forma te las
daré. Dame tiempo nada más.
Sonreí y dejé salir las lágrimas. Me giré para que no lo notaran y entregue mi
boleto. Avancé sin mirar atrás para entrar a la puerta hacia el avión que me alejaría de
ellos, eso sí por poco tiempo aunque yo no lo supiera
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